Somos Manu y Carmen, dos jóvenes luchadores que buscamos conseguir nuestros sueños juntos. Venimos del mundo de la informática donde estuvimos varios años trabajando. Decidimos cambiar de sector para intentar ser un poco más felices. Hemos dejado de mancharnos las manos con el polvo de las máquinas y de atender a clientes cabreados y hemos pasado a mancharnos las manos de chocolate y a atender a clientes contentos con ganas de comerse un dulce.
Nos encanta poder decidir nuestro rumbo y siempre estamos pensando en nuevas ideas para poder mejorar y crecer.
Aunque no estaba en el rumbo de su vida, siempre le han encantado los dulces y las pastelerías y soñaba con montar la suya propia, no para ser el pastelero, sino para dirigirla y crear un lugar agradable para pasar el rato. Le gusta mucho el mundo de las redes sociales y disfruta llevando las de Sweetland Café.
Tras dejar a un lado el mundo de la informática, descubrió que le apasionaba la pastelería y se formó en panadería y bollería, para ella la base de todo: las masas. Además de panadera es diseñadora de pasteles, le encanta sorprender con nuevas recetas y con sus tartas decoradas en sus celebraciones.
